La anestesia puede ser una fuente de ansiedad para muchos pacientes que están a punto de someterse a cirugías o procedimientos invasivos, principalmente debido a los temores relacionados con la pérdida de conciencia provocada por la anestesia general. A pesar de ser un proceso inducido, controlado y reversible, persisten mitos sobre la anestesia, lo que requiere esfuerzos continuos para desmitificar esas concepciones y educar a los pacientes sobre el procedimiento anestésico y el seguimiento pre y postquirúrgico.
Guardianes de la salud
Como anestesiólogos, nos posicionamos como guardianes de la salud de los pacientes, comenzando con una atención individualizada para disipar conceptos erróneos sobre la anestesia. La seguridad del paciente es nuestra prioridad, y la constante evolución de la investigación científica contribuye a que la anestesia sea cada vez más segura. Es crucial informar a los pacientes sobre los posibles efectos secundarios y cómo se manejan, así como prepararlos adecuadamente para el procedimiento quirúrgico, enfatizando la importancia de un ayuno adecuado, suspender ciertos medicamentos y adaptar los hábitos prequirúrgicos.
Anestesia segura
El diálogo personalizado previo a la cirugía es clave para disipar los temores asociados con la anestesia y aclarar el papel activo del paciente en el éxito del procedimiento. Durante la cirugía, el anestesiólogo monitorea vitalmente al paciente, garantizando su seguridad y estando listo para intervenir ante cualquier adversidad.
Vigilancia constante
Nuestra presencia constante y vigilante, antes, durante y después de la cirugía, es fundamental para minimizar los riesgos y asegurar el bienestar del paciente. Fortalecer el diálogo con los pacientes es crucial para que comprendan los riesgos reales asociados con la anestesia y la importancia de seguir las pautas médicas, abandonar los mitos y contribuir activamente a la seguridad y el éxito de su tratamiento.